jueves, 13 de octubre de 2016

GALDÓS, UN AUTOR CON EL QUE COMENZAMOS EL MES DE SEPTIEMBRE



Benito Pérez Galdós (Las Palmas 1843- Madrid 1920) escritor, periodista, crítico literario, político, dibujante, músico...es uno  de los escritores más prolífico del llamado grupo del 68. Su obra encuadrada entre el Realismo y el Naturalismo sorprende por su continuidad y enorme calidad. Escribió 77 novelas entre las que destacan Marianela (1877) Doña Perfecta (1876), La Desheredada (1881), Fortunata y Jacinta (1887), la serie Torquemada (1887-1894), Misericordia (1897). Cobran especial relevancia dentro del conjunto narrativo de su obra los Episodios Nacionales (46 volúmenes), un proyecto de escritura histórica que comienza en 1871  novelando la historia de España desde el reinado de Carlos IV hasta Cánovas último volumen de la serie que termina en 1912.

En su producción narrativa destaca la novela pero también las obras de teatro, alrededor de 20, escritas desde 1892 hasta 1918. Su teatro supuso un medio directo de denuncia de los temas que más le preocuparon, aunque el público no lo aplaudió de la misma forma que a sus novelas ya que éste se entregaba más al teatro del Premio Nobel José Echeagaray.

Galdós se convertirá en el mejor historiador de la vida cotidiana española del siglo XIX. Fue un hombre interesado en la política (diputado por el partido liberal, durante un corto periodo de tiempo), muy observador y discreto, un hombre de ideas, sereno y tolerante del que se sabe muy poco de su vida personal porque poco quiso contarnos en sus Memorias de un desmemoriado. 

Fueron frecuentes sus relaciones sentimentales con damas de la época, aunque nunca se llegó a casar, en 1891 nace su única hija fruto de su relación con Lorenza Cobián. A pesar de no ser muy partidario de la vida social, su finca santanderina de San Quintín fue escenario de veladas literarias y musicales donde Concha Ruth Morell y Emilia Pardo Bazán era asiduas participantes. De estas relaciones  que van más allá de la simple amistad nos habla  Carmen Bravo Villasante en el libro Las mujeres de Galdós, al que le sigue un estudio titulado "aspectos inéditos de Emilia Pardo Bazán (epistolario con Galdós) donde estudia 32 cartas  de Emilia Pardo Bazán fechadas en el año 1889.

En 1897 ingresó en la Real Academia de la Lengua con la lectura de su discurso "La sociedad presente como materia novelable". En varias ocasiones optó  al Premio Nobel de Literatura, sin embargo sus ideales sociopolíticos y su postura crítica ante determinado sector de la Iglesia frustraron este reconocimiento internacional.

 Muere con 76 años el 4 de enero de 1920 completamente ciego y en la casa de su sobrino José Hurtado de Mendoza. Su muerte fue recogida en la presa nacional y extranjera constituyendo su entierro una gran manifestación popular, presidida por Natalio Rivas, Ministro de Instrucción Pública, y  miles de personas de toda condición humana acompañaron al féretro.

La crítica ha comparado, con frecuencia, a Galdós con Cervantes por ser autores muy fecundos, agudos observadores de la realidad; tienen ambos una finísima percepción del lenguaje popular, sentido del humor, son comprensivos con las debilidades humanas y ambos saben crear como nadie personajes de ficción y realidad llenos de verdad y verosimilitud.

Pero también van a influir en la obra de Benito Pérez Galdós autores extranjeros como Balzac principal representante del Relismo francés del que toma la idea de concebir personajes que reaparecen en diferentes novelas. De Dickens, máximo exponente del Realismo inglés comparte el interés por reflejar el mundo de la infancia y de Emile Zola asume la mayor característica del naturalismo literario "el determinismo" es decir la idea esencial de que el comportamiento humano viene determinado por la herencia biológica y las influencias del entorno social.

Aunque Galdós es más conocido como autor realista, en este caso vamos a analizar esta obra leída en el Club de lectura en el mes de septiembre y que se engloba en la última etapa del escritor: "Naturalista espiritual".




Misericordia refleja la vida de las clases más humildes del Madrid de finales del siglo XIX. Cuenta la historia de Benigna, mujer de una humildad admirable que trabaja en una casa de la burguesía madrileña en decadencia, y que se ve obligada a mendigar para ayudar económicamente a sus amos.

En el prólogo de la edición de 1913, Galdós describe y reconoce que tuvo que descender a las capas más bajas de la sociedad madrileña, disfrazado de médico, acompañado de policías, para conocer de primera mano la realidad " la suma pobreza, la mendicidad profesional, la vagancia viciosa, dolorosa casi siempre, en algunos casos picaresca o criminal y merecedora de corrección"

Además antes de comenzar la lectura de la novela el autor hace una advertencia al lector diciéndole que se distancie de su realidad y se deje arrastrar por la ensoñación de la narración para así comprender estos temas  a pesar de lo ajeno que resulta de nuestra vida cotidiana de clase media.

Aquí el Realismo deja de lado a los burgueses y nobles para tomar como personajes principales a la gente de clase más baja, claramente vemos la tendencia naturalista de Galdós al elegir como tema central la pobreza y más concretamente la mendicidad que va a ser la lacra social en la España de finales del siglo XIX, donde diversas leyes y reglamentos regulan ésta. También va a utilizar otro tema grotesco del Naturalismo en uno de los protagonistas principales: el ciego Almudena, en él carga todos los defectos de la condición humana

Otra tendencia del Naturalismo que apreciamos en Misericordia es la influencia de la filosofía positivista donde se justifican los comportamientos de los personajes atendiendo a la biología y a la genética. Un ejemplo de ello lo tenemos en la hija de doña Paca, Obdulia que debe su personalidad y capricho a la epilepsia que sufrió desde joven, padecimiento nervioso que va a marcar su vida cotidiana.

El Naturalismo va jugar con la vida cotidiana y la crea por medio de la Experimentación y aquí Galdós no solo nos dibuja una realidad sino que experimenta con ella y además la transforma.La crítica de Galdós no se queda solamente en el círculo de sus protagonistas sino que alcanza a estratos más altos de la sociedad como D. Carlos  que con sus limosnas persigue lograr su salvación, la clase media a la que puede aspirar doña Paca y la clase baja con las injusticias y abusos de la comunidad de mendigos.

Otra característica de la influencia naturalista es la erradicación de sentimientos, aunque se aprecia un escritor bastante más comprometido con la sociedad y con un análisis crítico de la misma.

Galdós nos va a describir espacios cerrados, casas miserables donde se albergan los protagonistad como un medio para conocerlos y saber su posición pero también nos describirá espacios abiertos, las calles de Madrid que va a ser el centro organizativo de la novela. La acción la sitúa en lugares que son fácilmente reconocibles y no se limita a mostrarlos simplemente como hará un autor realistas sino que va a despertar en el lector el sentido de la conciencia para que analicemos las situaciones.

En Misericordia,  Galdós inserta dos temas poco abordados por los naturalistas, lo cual la hace única y diferente más interesante y compleja, son la ensoñación y la espiritualidad.

La ensoñación se hace presente en todos los personajes, y va a ser un tema subordinado en la corriente naturalista. El sueño es el modo de evasión que encuentra doña Paca, Obdulia, Frasquito, Benignma y Almudena al imaginar cosas que no son para alinearse de su propia condición.

Galdós también se va a atrever a sumirse en el mundo espiritual a pesar de que el naturalista busca la sociedad y el hombre en las formas más elementales, y que, el espiritualista se acerca a lo religioso a través de las formas más primitivas. La intertextualidad bíblica está muy presente en toda la obra con la presencia de espacios simbólicos divinos: descenso a los infiernos, Purgatorio, camino de sacrificio...y  muchas son también  las semejanzas que podemos encontrar entre Benigna y Jesucristo. Benigna llevará las cruces de sus amigos, será apedreada camino de las Carboneras, perdonará por encima de todo...

Sin duda una obra maestra de la literatura con la que un mes más hemos vuelto a disfrutar, descubriendo a nuestros autores clásicos.

Quizás estemos ante uno de los más grandes escritores de la literatura española pues cuando seguimos su obra  no parece que estemos leyendo a un autor del siglo XIX ya muchos de los temas que aborda en sus novelas siguen estando de actualidad. En ese intento de reflejar el espectáculo ofrecido por la clase media española nos hablará de la importancia de la Educación como vehículo de regeneracionismo político, la defensa de la educación de la mujer, el conflicto religioso, la denuncia de la doble moral y las supersticiones populares, el apoyo al progreso científico como garantía de desarrollo sociocultural ...reflejando en sus personajes a políticos sin ideales, sacerdotes faltos de vocación, mujeres víctimas del sistema machista y una sociedad con diferencias sociales insalvables.

Fuentes:

  • www.cervantes.es › Bibliotecas y Documentación › Una biblioteca, un autor
  • cvc.cervantes.es/literatura/aih/pdf/04/aih_04_1_022.pdf


  • vozyverso.uacj.mx/alumnos/Clase/Realismo/Claudia/trabajos/1.pp
  • slideplayer.es/slide/4384153
  • www.libertaddigital.com/cultura/.../federico-jimenez-losantos-espana-galdos



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