lunes, 21 de marzo de 2016

21 DE MARZO UNA CITA CON EL PODER DE LA PALABRA ESCRITA



Con la celebración de este día, la UNESCO, pretende impulsar y preservar el género lírico, como manifestación de la diversidad en el diálogo, de la libre circulación de las ideas por medio de la palabra, de la creatividad y la innovación.

Una cita que nos invita a reflexionar sobre el poder del lenguaje poético y que en la Biblioteca hemos querido fomentar con un TALLER DE POESÍA donde se han fusionado la música para recitar los poemas del escritor Manuel Espejo y la creatividad de artistas locales ( el escultor Sergio Amaya y la pintora Purificación Jiménez) que le han dado imagen a cinco poemas de este autor baenense.



ASÍ SE ESFUMA MI CANSANCIO

Así despierto,
un día cualquiera de mayo,
con el dulzor de tus pechos en mi boca,
y mordiendo suavemente,
uno a uno, los pétalos de tus rosas.

Así despierto,
cualquier mañana de mayo,
en el sublime espacio
que me da tu boca.

Así despierto
y al instante,
se esfuma mi cansancio,
mientras aspiro lentamente,
de tu cuerpo su aroma.
Así se marcha mi cansancio,
simplemente , con un beso de tu boca…






                                                    

ALMEDINA

Luna de la Almedina,
sombras de un pueblo blanco,
caricias, entre tus calles adormecidas,
silencio que buscas descalzo,
tu madrugada de espinas.


VACÍO  

Habiendo amado hasta el extremo,
me llegó sin darme cuenta,
el vacío más grande,
el mismo que ahora siento,
intenso, tan intenso,
como el dolor que me atraviesa,
en este instante al recordarte…


Segio Amaya con la escultura que simboliza el poema "algún día me iré"

ALGÚN DÍA ME IRÉ

Algún día me iré,
algún día el cansancio será mi enemigo,
algún día mi voz se llenará de silencio,
se callará sin reservas,
se consumirá en la espera,
paladeando palabras que aún recuerdo,
empapadas de nostalgia
y todas aquellas de las que me olvido.

Algún día me iré,
con mi soledad, sin que elija yo el camino,
aquel que un día sembré de esperanza,
alimenté con errores,
bebiéndome el elixir de todo lo indefinido.
Me sacié de besos,
me dejé llevar en un cruce de caminos,
me perdí por dentro, descolgué mis gritos,
me jacté de mis propios desaires,
bebí de otros pechos prohibidos.
Acaricié nombres que quemaron mi aliento,
vacié mis manos de caricias,
retiré con insolencia la mirada,
me quedé por dentro vacio
y por fuera los sentidos…,
ya no contaban,
no sentían el tacto prohibido,
no miraban mis ojos lascivos con ganas,
no saboreaba bocas pintadas,
ni tan siquiera escuché tu llamada,
susurrando mi nombre al oído,
ni aspiré con deseo tu fragancia,
ni me emborraché de rosas y vino.

Algún día me iré,
minúsculo,
como grano de arena que colma el desierto,
efímero como un suspiro,
frágil como rama que dobla el viento,
o como el reproche de tu mirada,
que duele en lo más profundo del alma,
sin que pueda detenerlo.

Algún día me iré,
vacio, por fuera y por dentro,
vacio...



miércoles, 16 de marzo de 2016

ANTONIO MUÑOZ MOLINA PROTAGONISTA DE LA III RUTA LITERARIA DE LA BIBLIOTECA Y SU CLUB DE LECTURA



El 28 de febrero esta majestuosa ciudad, recibía a los integrantes del Club de lectura de la Biblioteca y a lectores incondicionales de la obra de Antonio Muñoz Molina. Las novelas Beatus Ille, El jinete Polaco, Plenilunio y El viento de la luna centraría esta III ruta literaria para compartir nuestra jornada con el club de lectura En torno a la palabra de esta ciudad y juntos ir descubriendo (como lo llamaría Antonio Muñoz Molina) un espacio literario común, una ciudad inventada llamada Mágina, aunque de imaginaria solo tiene el nombre.

 Decía San Agustín  que "el mundo es un libro, y el que no viaja solo lee una página", muchas son las páginas que nos hemos leído de estas novelas y viajar a la preciosa ciudad de Úbeda nos ha permitido no solo trasladarnos en el tiempo y vivir el esplendor de esta tierra en el siglo XVI con el legado dejado por el arquitecto Andrés de Valdelvira, sino también a esos emblemáticos años 60 de este pueblo andaluz por los que andan los recuerdos de la niñez y adolescencia de Antonio Muñoz Molina.

Llegamos a La Plaza de Sta Mª con la impresionante Colegiata y la Sacra Capilla del Salvador del Mundo... se rendían a nuestros pies.







En la plaza Vazquez de Molina, dedicada a este ilustre arquitecto, nos esperaban  Ramón Beltrán (archivero-bibliotecario) y nuestros compañeros de lectura con Luís Foronda y su mujer Isabel Cortés como jefes de esta expedición literaria.





 Escuchando el rumor sórdido del coche de caballos que lleva al médico  D. Mercurio, en aquella noche fría de Carnaval narrado en El Jinete Polaco, nos dirigíamos al Barrio de San Lorenzo donde nació el autor, frente a La Casa de las Torres, uno de los primeros palacios platerescos que se construyó en Úbeda. 

Allí recordamos la leyenda, narrada en esta misma novela, de la mujer emparedada, "esa momia incorrupta muy joven que según el abuelo Manuel había sido cautivada y emparedada por un rey moro", y que más adelante  Manuel explicaría a Nadia este mismo hallazgo, recordando a doña Ana de Orozco, mujer de D. Andrés Dávalos de la Cueva quien fue emparedada viva por su marido y que tras una restauración del edificio en el siglo XX ponen al descubierto los restos que se suponen que son de Ana de Orozco, apareciendo de vez en cuando, su imagen en el último piso del torreón y escuchándose por la noche sus lamentos.




A tan solo unos pasos encontramos la Iglesia de San Lorenzo, base de la antigua mezquita, que tras estar más de 80 años cerrada, hoy gestiona la Fundación Huerta de San Antonio llevando a cabo una importante labor de restauración.







Desde la Torre de la Iglesia, en esta  mañana fría y gris, apreciamos la Vega del Guadalquivir.







Llegamos al Paseo de la Cava, escenario de la  novela Plenilunio. En este entorno “hacia el paseo de la Cava y los jardines, en el extremo sur de la ciudad, al filo de la ladera plantada de pinos que terminaba en las huertas, en las primeras ondulaciones del valle” se descubre el cuerpo sin vida de una niña de nueve años con signos de violencia. Una novela que traspasa los límites de la novela policíaca pues va más allá de la lógica infalible de un detective que acaba descubriendo al asesino para volvernos a llevar a su ciudad natal y presentarnos en medio de sus investigaciones, una trama de personajes que perfila a la perfección, indagando en su memoria y mostrándonos las relaciones personales que existen entre ellos, revelándonos todos sus miedos y frustraciones.





En el barrio de San Pedro nos esperaba el Palacio de los Orozco, uno de los escenarios escogidos por Antonio Muñoz Molina en la novela Beatus Ille (1986). Una vivienda contruída a finales del siglo XIX con elementos propios del Art Noveau francés, destacando el mármol de sus columnas balaustradas y donde el autor se verá fascinado por el estilo de la misma desarrollando en el interior de ésta la historia de Manuel, el tío de Minaya, protagonista del libro.




Novela que este año celebra su trigésimo aniversario y que es quizás una de las obras más complejas del autor donde el principio y el fin se enlazan para dar lugar a multitud de saltos temporales que no siguen una línea cronológica estable y a lo que le tenemos que unir la multiplicidad de narradores que posee.

"...mirando la casa imaginando lo que había detrás de la puerta tan alta y de los balcones y ventanas del último piso que se encendía de noche como las claraboyas de un submarino"


La Iglesia de San Isidoro quiso ser testigo de los triunfos de Carnicerito de Úbeda como así nos lo cuenta Luís Foronda tomando como referencia el siguiente pasaje del Jinete polaco.

"oíamos en los anocheceres de verano el estampido de los cohetes que anunciaban el numero de orejas cortadas por él en alguna corrida. La gente se paraba en la calle y aplaudía, y hubo una tarde memorable en que se sucedieron cuatro cohetes y a continuación, después de un silencio en el que se extendía el humo y el olor de la pólvora, estalló por sorpresa un gran trueno que sacudió los cristales de todas las ventanas: Carnicerito, en La Maestranza, había cortado un rabo y lo habían sacado a hombros por la puerta grande. En la iglesia de San Isidoro, el párroco, don Estanislao, aguileño y huesudo como la estatua de san Juan de la Cruz que hay en el paseo del Mercado, vehemente taurino, interrumpió la misa al oír el ultimo cohete, y cuando dio gracias a Dios por el éxito de Carnicerito, los fieles, desconcertados al principio, prorrumpieron en una cerrada ovación, según atestiguo Lorencito Quesada, corresponsal de Singladura, el diario de la provincia, en una crónica que al ser leída por el obispo le deparó al sacerdote entusiasta una sanción que hasta las personas mas devotas de Mágina consideraron excesiva".






Seguimos recorriendo calles y llegamos a la plaza del Reloj y  del general Orduña, tantas veces narrada en sus novelas que en la actualidad es la Plaza de Andalucía, allí nos imaginamos el consultorio de D. Mercurio, la tienda de tejidos del Sistema Métrico..



...y la estatua del General Orduña (General Leopoldo Saro) " que tiene los hombros  amarillos de herrumbre y huellas de palomas y nueve agujeros de bala en la cabeza y el pecho... son balazos hijo mío, dijo su padre, como no podían fusilar al general Orduña que ya estaba muerto, fusilaron su estatua, los muy imbéciles" ( El jinete polaco)


Ya en la hora del almuerzo, en pleno corazón del casco histórico el hotel Mª de Molina 
(un antiguo palacio del siglo XVI) acondicionaba el patio central para probar los platos típicos que teníamos preparados. Todo un placer para los sentidos degustar los andrajos y el lomo de orza.





En la comida más ruidosa hay un momento de la verdad , en el que nadie habla, todos absortos en el acto supremo de la nutrición, y en el que solo se escucha, masticar, sorber, chupar, raspar con una cuchara el fondo de una plato o de una olla. Comer en círculo, alrededor de una mesa camilla y de la fuente de tajadas y tomate frito...

(El viento de la luna)


Tras la comida pudimos asistir al  encuentro literario que teníamos preparado entre los dos Clubes de lectura, donde compartimos experiencias y nuevos proyectos como la visita de este Club de lectura a nuestra localidad y poder realizar así una actividad conjunta más.






"...y viendo al final de la calle Nueva un ocaso rojizo que brilla en los azulejos de las cúpulas del hospital de Santiago", nos dirigimos a este impresionante edificio fundado por Juan Vazquez de Molina y proyectado por Andrés de Valdelvira en 1562 y terminado en 1575. Concebido como hospital, lugar de culto, palacio y enterramiento de su fundador. Un edificio de gran magnitud y complejidad con una espectacular escalera imperial, reforzada con una bóveda colgada y sin duda uno de los más bellos de la ciudad.





En torno a este patio central, se articula  las distintas dependencias. En la actualidad es un importante centro cultural de Úbeda que alberga la Biblioteca Municipal, Salas de exposiciones y la antigua Iglesia convertida en Auditorio.







Terminamos nuestra ruta en La Sinagoga del Agua un edificio que hasta el año 2010 no ha sido abierto al público, dado que había permanecido oculto hasta su descubrimiento accidental tras unos trabajos de demolición del edificio. Aunque hay disparidad de opiniones, pues no se encuentra bien documentado, en cuanto al uso y cronología de este espacio, es posible que se trate de una sinagoga anterior al siglo XIV. Al igual que ocurre con las sinagogas medievales españolas, los espacios son pequeños y austeros en cuanto a materiales y siempre por debajo del nivel de la calle. 





Cabe destacar sobre la arcada izquierda cuatro columnas originales que configuran un espacio fundamental en las sinagogas: la galería de mujeres, así llamada por ser el lugar que ocupaban éstas durante las ceremonias y ritos, ocultas tras las celosías. La última parte reseñable de ese espacio son los pozos, siete en total, que nos ayudan a comprender la importancia simbólica del agua subterránea en la construcción de las sinagogas, dos de ellos aún tienen agua y su brocal original. conformando el espectacular Mikveh, donde se realizaban baños rituales para la purificación.






Úbeda,  ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, cuna de grandes escritores y que sin duda merece una segunda visita.

miércoles, 9 de marzo de 2016

CUANDO LAS PALABRAS ADQUIEREN FORMA


Os invitamos a descubrir el arte de la palabra concebida con música e imágenes con la que el escritor y poeta Manuel Espejo nos explicará la esencia de su libro Sabes Qué...con un recital de poesía al que acompañarán los miembros del Club de lectura de la Biblioteca y todos los lectores que se ha querido sumar a este evento. 

Como la poesía es difícil concebirla sin música Manuel Espejo nos ha hecho una selección de la misma para acompañar a las poesías y como tampoco se concibe sin imágenes la pintora baenense Purificación Jiménez ( y miembro del Club de lectura de la Biblioteca) le ha dado forma con sus pinceles a algunos poemas al igual que el  escultor Sergio Amaya.

Sabes que...tienes un evento el jueves día 10 de marzo  que no te puedes perder!!!

jueves, 3 de marzo de 2016

OSCAR WILDE, EL ESCRITOR QUE FUSTIGÓ LAS HIPOCRESÍAS DE SUS CONTEMPORÁNEOS



Oscar Wilde quiso dejar su ingenio en sus obras, buscando por encima de todo el placer, y retratando la sociedad victoriana de finales del siglo XIX con un humor ácido y mordaz , así nos  lo ha hecho ver al Club de lectura de la Biblioteca, en el mes de Febrero.

Aunque irlandés de nacimiento Oscar Wilde termina sus estudios universitarios en Londres donde los combina con viajes por Francia, Italia, Grecia y Estados Unidos impartiendo conferencias sobre su teoría acerca de la filosofía estética.  Wilde comienza a trabajar como periodista y a escribir algunas de sus mejores obras, entre ellas algunos cuentos. En  1891 escribe su única novela El retrato de Dorian Gray pero sobre todo será elogiado por las obras de teatro que escribe entre 1882 y 1885, El abanico de lady  Windermere, Una mujer sin importancia, El marido ideal y La importancia de llamarse Ernesto, todas ellas conforman un conjunto de joyas dramáticas, cargadas de un humor chispeante, agudo y  a veces cínico.

La buena fortuna, el prestigio, el poder de su opinión en cuestiones artísticas y literarias, las fiestas... se verán truncadas por la falta de tolerancia de la rígida sociedad inglesa donde  la homoxesualidad era considerada delito y por esa misma razón es juzgado y llevado a prisión durante dos años con trabajos forzados.

Con el retrato de  de Dorian Gray, el autor mezcla realidad y fantasía para mostrarnos al joven Dorian, dueño de una belleza extrema que no se altera con el paso del tiempo debido a un pedido que le hizo a los dioses y que está relacionado con un perfecto y enigmático autorretrato que le realizó Basil Hallward, reconocido pintor que durante la novela expresa una especie de obsesión amorosa hacia su modelo, al que considera el motivo de la nueva manera de expresar su arte; en el escenario aparece un tercer personaje, en quién el autor lo carga de ironía: Henry Wotton, amigo del artista, que influenciará de manera más que trascendental en el crecimiento y en los pensamientos de Dorian Gray, haciéndole creer, entre otras tantas cosas, que la satisfacción de los deseos y la belleza son las únicas cuestiones que valen la pena en la vida.

En una carta a un amigo, Wilde escribía que los personajes del Retrato de Dorian Gray son diferentes formas del reflejo de sí mismo, expresando que "Basil Hallward es quien yo creo ser, Lord Henry quien los demás piensan que soy y Dorian quien me gustaría ser en otras épocas.

Pero para entender bien esta obra literaria tenemos que recordar los movimientos artíticos-literarios imperantes en la época, como son el esteticismo: movimiento artístico inglés basado en la doctrina de que el arte existe en beneficio de su exclusiva belleza y que ésta tiene que ser elevada por encima de la moral y los temas sociales; el decadentismo: corriente artística, filosófica y principalmente literaria, que arremete contra la moral y las costumbre burguesas y pretende la evasión de la realidad cotidiana, exalta el heroísmo individual y desdichado y explora las regiones más extremas de la sensibilidad del inconsciente; el hedonismo: doctrina filosófica basada en la búsqueda del placer y la supresión del dolor como objeto o razón de ser de la vida. Esta filosofía de la vida se observa en las alusiones al placer que hace lord Henry y que luego seguirán Dorian Gray y el dandismo: un estilo de vida con normas sociales y morales caracterizado por dar mucha importancia al atuendo y a la moda con un estilo refinado y elegante.

La novela en sí sigue una estructura lineal, compuesta por un texto en su mayoría dialogado, con conversaciones ingeniosas y provocadoras donde vamos a conocer a ese buen conversador que fue Oscar Wilde, arrancándonos en muchas ocasiones una sonrisa sobre todo en los comentarios de Lord Henry.

El tema principal de la novela es el de la Eterna Juventud que viene a recordarnos al mito de Fausto reflejado en la novela de Goethe. El doctor Fausto es el personaje que vende su alma al diablo Mefistófeles a cambio de juventud y poderes hasta que muera y le ayude a conseguir el amor de la bella Margarita. Otro mito clásico que nos puede recordar al leer la novela es el de Narciso, ese joven de gran belleza que al ver reflejada su cara en el agua de una fuente se enamora de sí mismo, éste murió ahogado al arrojarse a la fuente para alcanzar su imagen. Muchos temas más se verán reflejados en la novela tanto la decadencia de la sociedad ( bajo el reinado de Victoria I) como la de Dorian y la corrupción de su alma, así como la vanidad, la arrogancia, la perversidad, el homoerotismo y la moral hipócrita de la sociedad de la época.

Como hemos comentado anteriormente esta novela está repleta de frases ingeniosas de este autor que cautivaron a la sociedad londinense y que aún hoy se siguen recordando, te invito a que alimentes  este blog con ellas.