domingo, 16 de diciembre de 2012

16 de diciembre día de la Lectura en Andalucía

Se cumple el 110 aniversario del nacimiento del poeta gaditano Rafael Alberti,  último superviviente de la generación del 27. Andalucía quiere hacerse eco de este privilegio y elegir esta fecha para celebrar el Día de la Lectura.

La alocución de Pilar del Río, basados en textos de José Saramago, será la elegida por el Centro Andaluz de las Letras para celebrar esta efeméride.


El libro, plataforma de comunicación entre personas
“Los libros de todos los días” escribió José Saramago, en clara alusión al pan que necesitamos a diario para mantenernos levanta-dos, con energías suficientes y con la curiosidad y los sueños imprescindibles, es decir, para vivir de esta manera que solemos llamar humana.
“Existe una conciencia de lector” repetía José Saramago, mientras se preguntaba por qué no somos más osados: “¿Por qué los lectores de un libro que se conocen y viven más o menos cerca no se reúnen para hablar de ese libro? ¿Por qué la lectura tiene que ser una actividad solitaria? ¿Por qué no un intercambio entre lectores y libros? ¿Por qué no hablar de un libro que se acaba de publicar o de otro que forma parte de nuestra cultura y de nuestra educación sentimental? No propongo un sistema colectivista sino la acción dinámica que supone el intercambio de ideas u opiniones sobre el libro. Porque este conjunto de páginas es algo más que un objeto que se coloca en una estantería, el libro es una plataforma de comunicación entre personas”.
“Leer es un encuentro, sí, pero también una batalla” contó en Granada una tarde lluviosa el escritor que acababa de recibir el Premio Nobel de Literatura y que seguía leyendo con la pasión de quien se acaba de estrenar en una actividad que le dará consistencia a la vida. “Leer es un auténtico diálogo entre mi sensibilidad y mi pensamiento de lector y la sensibilidad y el pensamiento del escritor. Leer es una relación”.
José Saramago proponía relaciones libres y múltiples. Decía que cada libro lleva dentro al menos una persona, el autor. A veces el número varía porque hay lectores que deciden quedarse a vivir en ciertos libros. En cualquier caso hay que tener cuidado cuando se pasa cerca de un estante, tal vez haya que acariciar algún libro para que envejezca sin pena o para que no sienta el frío del abandono. O sacarlo porque nos pide con energía ser leído porque para eso fue escrito, para ser entendido por otra sensibilidad. Para hacer esa plataforma de encuentro que José Saramago propone entre el pasado que somos y el presente que empezamos dejar de ser.
“Leemos porque vivimos, de alguna manera vivimos porque leemos. La vida nos empuja a leer, el libro despierta el pensamiento, nos activa”. La reflexión de cada día, la actividad cotidiana. El pan, la lectura, el encuentro. ¿Alguien da más? José Saramago lo dio todo.
Pilar del Río

martes, 11 de diciembre de 2012

¿Que sabemos de la biblioterapia?

La utilización de la lectura con fines curativos es lo que definimos como biblioterapia.





Tiene su origen en la Antigüedad. Se incluía entre los preceptos para llevar una vida saludable. En el antiguo Egipto se consideraban a las bibliotecas “ Casas de vida “ así el faraón Rammsés II mandó grabar en la portada de su biblioteca la frase “ Remedios para el alma “.

En la Edad Media era habitual proporcionar a los pacientes como complemento terapeútico, la lectura de textos sagrados; procedimiento común para aliviar el dolor y mitigar la angustia.

En los siglos XVIII y XIX, los hospitales psiquiátricos de Inglaterra, Francia, Alemania y Escocia, contaban con bibliotecas para pacientes, ya que los médicos que trataban enfermedades psíquicas recetaban la lectura como terapia. Y en la primera mitad del siglo XIX, los servicios bibliotecarios eran una parte significativa de los programas terapéuticos para estas patologías.

La biblioterapia fue reconocida por primera vez como un aspecto de la biblioteconomía en 1904. El auge lo obtuvo en la década de los 50, tras la Segunda Guerra Mundial, cuando los hospitales de los países más afectados que contaban con bibliotecas, crearon programas de lectura dirigidos por especialistas de la salud mental y bibliotecarios.

En 1949, Caroline Shrodes, estudiante estadounidense, publica su tesis sobre biblioterapia, definiéndola como un proceso dinámico que se da entre la personalidad de un lector y un texto de ficción, movilizando emociones y utilizándolas para su uso consciente.

En la década de los 80, con el boom de los libros de autoayuda, se afianza la idea del poder sanador de ciertas lecturas. Se parte del supuesto de que determinadas alteraciones o sufrimientos psíquicos, podrían ser «curados» mediante la prescripción de literatura específica.

En los años 90, a la concepción clínica se suma la concepción humanística o desarrollo personal. No es necesario estar enfermo, deprimido o angustiado para hallar alivio en un libro.

En la actualidad podemos distinguir entre :

  • Biblioterapia clínica : destinada a personas con problemas sociales importantes. Su aplicación se lleva a cabo en hospitales y organizaciones de salud mental.
  • Biblioterapia para el desarrollo personal: se define como el apoyo literario para ayudar a un desarrollo normal y progresivo de la persona que pide ayuda. Podemos utilizar tanto la literatura de ficción como la literatura didáctica

Cuando el bibliotecario se convierte en doctor

Cuando los usuarios de la biblioteca acuden a ésta para utilizar sus servicios como un recurso para mejorar situaciones personales, de salud, sociales etc, es cuando los bibliotecarios le proporcionamos al usuario una atención mas personalizada y pasamos a ejercer el papel de médico, psicólogo o farmacéutico recomendando a nuestros lectores libros que le ayuden a mejorar la situación en que se encuentran. Según afirma Gold, durante la lectura pasamos por fases que nos ayudan en este proceso:
  • Identificación con el personaje o los hechos de la trama.
  • Involucración emocional con liberación de emociones.
  • Auto-reconocimiento: identificación de las posibles soluciones a su problema.

    No solo estamos hablando de los libros de autoayuda y autosuperación. Hay un libro para cada ocasión que sin tener que centrarse en problemas psicológicos, nos permiten en el transcurso de su lectura poder disfrutar y olvidarnos en esos instantes de la realidad cotidiana.

lunes, 3 de diciembre de 2012

CUANDO LA LITERATURA LOCAL GENERA ENCUENTROS

Disfrutar con la presencia del escritor Francisco de Paula Nieva fue todo un placer para los integrantes del club de lectura de la Biblioteca de Baena.


El día 29 de noviembre el baenense de adopción Francisco de Paula Nieva, pudo compartir con todos nosotros su obra, el escribano del rey, leída durante el mes de noviembre en nuestro club de lectura. Con su autor hemos podido hablar durante mas de una hora sobre esta biografía novelada  del  poeta y literato  Juan Alfonso de Baena ( 1365-1435 ). A través de una prosa cuidada y un minucioso trabajo de investigación, Paco Nieva nos ha trasladado a la poesía del Cancionero de Baena, donde se recogen las composiciones  de poetas que vivieron durante los reinados de Enrique II ( 1369-1379 ), Juan I ( 1379-1390 ), Enrique III ( 1390-1406 ) y las primeras décadas del reinado de Juan II ( 1406-1454 ).

La sencillez y el gran nivel intelectual de su autor, han hecho que cada uno de los miembros del club, nos hayamos sentido atraídos por una época difícil y cruel como es la Edad Media, introduciéndonos en los acontecimientos  políticos de esos años,así como el conocimiento del  gusto poético, los hechos y costumbres del mundo cortesano de  Castilla durante los  siglos XIV y XV.

MUCHAS GRACIAS PACO, POR CONTRIBUIR CON ESTE GESTO DESINTERESADO AL FOMENTO DE LA LECTURA EN NUESTRA LOCALIDAD.